HIPNOSIS

Una vez superado el pensamiento social tradicional sobre la hipnosis, relegándola a un papel sobrenatural, digna de espectáculos y obscurantismos, se ha convertido con el paso del tiempo, en una herramienta muy valorada por muchos profesionales de la salud, haciendo uso de ella para tratar un ámplio abanico de patologías y disfunciones. 

La hipnósis clínica, es un instrumento muy valioso para tratar disfunciones sexuales como por ejemplo: El Vaginismo, La Dispareunia, La Disfunción Eréctil, Eyaculación Precoz, Eyaculación Retardada, Falta de deseo, etc...

Fundamentalmente, con la hipnoterapia obtenemos un estado de relajación profunda, por lo que el paciente minimiza su ansiedad y comienza a prcibir control sobre su cuerpo, propiciando a su vez que controle la ansiedad anticipatoria asociada al estímulo que desencadena la disfunción.

Cada persona responderá al estímulo hipnótico de una forma diferente, según el grado de autosugestión, hay personas que acuden a la consulta de sexología Algeciras que rapidamente consiguen lograr una gran concentración, conectando con facilidad con su parte inconsciente, con lo que es más fácil realizar la terapia sexológica, en cambio, a otras personas les cuesta más, pero es cuestión de prácticar, al cabo de pocas sesiones, se logra una respuesta adecuada.

LA HIPNOSIS EN LAS TERAPIAS SEXUALES

En las disfunciones sexuales, nos encontramos con un factor común que se da en la mayoría de las situaciones que afectan a los individuos, esto es la ansiedad de ejecución o anticipatoria(Boris Araos San Martín, 2015), lo que provoca un estrés máximo a estas personas, que, necesitan además de la psicoterapia, técnicas o estrategias de control que les ayuden a gestionar y canalizar dicha ansiedad.

No nos cabe la menor duda de que el factor cognitivo constituye una base fundamental a la hora de tratar este tipo de patologías, dado que es muy posible que estas personas presenten actitudes negativas hacia el sexo, la pareja o hacia sí mismo, así como la posibilidad de disponer de ideas equivocadas sobre la sexualidad o poca información al respecto, por todo ello, se hace fundamental el uso de la terapia cognitiva, sin obviar la importancia de la modificación de conductas que estén precipitando, empeorando o manteniendo la disfunción(Boris Araos San Martín, 2015). Por lo tanto, si nos situamos en el origen de la causa del malestar en el individuo, en su dimensión sexual, en principio parece ser la falta de control sobre su impulso, ya sea vaginismo, dispareunia, eyaculación precoz, disfunción eréctil, etc…, parece ser que hay un nexo común en todos que es la pérdida de la capacidad de elección sobre su propio organismo.

Con la hipnosis, parece que encontramos un instrumento o técnica que puede aportar al individuo una estrategia para lograr relajarse y controlar la ansiedad y el estrés que le supone enfrentarse a una relación sexual. Además de encontrar una estrategia anti-estrés, por tratarse de una técnica de relajación profunda a través de la respiración y los músculos, también contamos con un potente estímulo que es la sugestión, ya que mientras que el individuo se halla en estado de trance o relajación profunda, este, está receptivo a todo lo que el hipnoterapeuta le va diciendo, por lo que se le puede ir dando instrucciones sobre pautas de comportamiento positivo, adaptativo y regenerador(Patrón Miranda, 2005).

Claro que la controversia que ha suscitado durante décadas la hipnosis y sus usos y aplicaciones, así como el papel del “hipnotizador”, suscita multitud de investigaciones y textos científicos que tratan sobre la idoneidad del uso de esta técnica en tratamientos psicológicos o médicos. Es por lo que vemos conveniente investigar y ampliar la información con pretensión descriptiva y exploratoria para arrojar algo más de luz sobre si el uso de la hipnosis se puede considerar adecuada por sus resultados favorables o simplemente es una técnica obsoleta digna de un pasado freudiano.

Partimos de la premisa de que la psicología ha creado una técnica de intervención para cada uno de los trastornos, psicopatologías o disfunciones que se puedan presentar en cada caso, es por ello por lo que contamos con reconocidas terapias, avaladas por toda la comunidad científica, y la sexualidad no iba a ser menos, encontrándonos en esta área con la terapia sexual, donde se tienen en cuenta aspectos tan importantes como la historia sexual del individuo, su educación sexual, sus experiencias sexuales, la relación o relaciones de pareja actuales o pasadas, etc…(Boris Araos San Martín, 2015). No obstante, a veces la manera de proceder de muchos psicólogos, es altamente sistemática y encuadrada en un determinismo científico llevado al límite sin tener en cuenta estrategias de afrontamiento alternativas o innovadoras, decantándose por un modelo médico y medicalizado, suministrando psicofármacos en lugar de realizar el entrenamiento de autocontrol y relajación a través de mecanismos que pueda manejar el propio sujeto sin necesidad de ingerir ningún tipo de química ajena a su organismo(Roberto Gindin & Diana Resnicoff, 2000).

No podemos obviar que en las últimas décadas se han llevado a cabo multitud de investigaciones y revisiones sobre el uso de la hipnosis en medicina o psicología y esto ocurre porque en muchos casos se están encontrando evidencias científicas de que la utilización de la hipnoterapia en diversos casos y como complemento o herramienta, está dando resultados satisfactorios(Torres Godoy, 1999).

Como conclusión, podríamos definir a la hipnosis como una herramienta más de apoyo con la que puede contar el psicólogo, dentro del conjunto de técnicas de las que dispone según el tratamiento que esté llevando a cabo, en el caso de las terapias sexuales, el psicólogo cuenta con la terapia sexual como ya se mencionó en apartados anteriores, que es la que parece que debería emplear para llevar a cabo una terapia adecuada, ahora bien, para manejar la ansiedad y el estrés que presentan los que adolecen de este tipo de disfunciones, podríamos escoger como alternativa una estrategia que parece no provocar efectos secundarios en pacientes que no presenten ciertas patologías contraindicadas para el uso de la hipnosis, como puede ser la esquizofrenia, y ofrecer a las personas una manera de gestionar el estrés y la ansiedad sin necesidad de fármacos y además aportar un mensaje positivo en el transcurso de la sesión hipnótica, que, en el peor de los casos no le perjudicaría, y en el mejor de los casos le podría favorecerle, aunque esto último no encuentra aún muchos avales en la comunidad científica, ya que hasta ahora lo que sí que parece que se ha determinado es que a nivel fisiológico tiene la capacidad de interactuar con el sistema nervioso, logrando la relajación y la fijación de la atención(Patrón Miranda, 2005)(Alexander & Eileen, 1992)(Bakich & Ivan, 1995)   

BIBLIOGRAFÍA

Alexander, & Eileen. (1992). Hypnosis and sex therapy. Canadian Journal of Human Sexuality.

Bakich, & Ivan. (1995). Hypnosis in the treatment of sexual desire disorders. Australian Journal of Clinical & Experimental Hypnosis.

Boris Araos San Martín. (2015). PROBLEMAS SEXUALES. Retrieved from http://www.borisaraos.cl/docs/tratamientos-problemas-sexuales.pdf

Patron Miranda, P. (2005). LA HIPNOSIS CIENTÍFICA EN LA PSICOTERAPIA. 6º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2005. Psiquiatria.com

Roberto Gindin, L., & Diana Resnicoff, L. (2000). MATRIMONIOS NO CONSUMADOS: UNA ENTIDAD CLINICA ESPECIAL Y DIFERENTE.

Torres Godoy, P. H. (1999). The use of hipnosis in posttraumatic stress disorders, eating disorders, sexual disorders, addictions, depression and psychosis: An eight-year reviw (part two). Australian Journal of Clinical Hypnotherapy and Hypnosis, 73. Retrieved from http://search.proquest.com/openview/9fb4b0099e3c8b02f63d1b0092f8566c/1?pq-origsite=gscholar

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